GRATITUD ¿VERDAD O MENTIRA?

GRATITUD ¿VERDAD O MENTIRA?

«Agradece a la llama su luz, pero no olvides el pie del candil que, constante y paciente, la sostiene en la sombra»  Rabindranath Tagore.

El otro día estaba reunido en New York con unos alumnos del curso de PNL que impartíamos Elizabeth Alliaume y yo con certificación internacional de Mens Venilia y salió el tema de la gratitud.
Los alumnos estaban todos de acuerdo que si sentías gratitud ante todo lo que te rodeaba las cosas te cambiarían si ó si, sin más, simplemente porque te centrabas en lo positivo y agradecías a Dios o al Universo lo que te daba.
Estas afirmaciones me llevaron a hacerles la siguiente pregunta: ¿La gratitud es un sentimiento o una acción?
Aquí ya empezaron a estar en desacuerdo. Unos decían que la gratitud era un sentimiento que te llevaba a la acción otros era todo lo contrario que la gratitud era una acción que demostraba lo que sentías.
Así que volví a lanzar otra pregunta: ¿Si no estas agradecido no consigues tus objetivos?
De nuevo se abrió el debate una mayoría optaba que para conseguir tus objetivos deberíamos estar agradecidos y una minoría que se conseguían los objetivos aunque el esfuerzo es mayor.
Personalmente pienso que se están mezclando manzanas con naranjas. Estoy agradecido de estar vivo, agradecido de tener una familia encantadora, agradecido de mi profesión, agradecido, de trabajar y viajar al mismo tiempo, agradecido de tener unos alumnos increíbles de los que aprendo cada día, agradecido en este momento porque en Barcelona hace un día maravilloso con un sol estupendo, agradecido…….. Aunque estar agradecido no me hace conseguir lo que quiero.
Tengo el poder del libre albedrío, tal vez porque me lo dio Dios o por que el universo me lo otorgó o quizás porque me lo enseñaron mis padres, no me importa porque simplemente lo utilizo.
Y es este poder de decidir sobre lo que quiero que me lleva a crear mis propias estrategias para conseguir mis propósitos, a veces de una manera más fácil que otras, a veces sitiéndome dichoso y otras un desgraciado, pero tanto lo bueno como lo malo se que he sido yo quién lo ha decidido.
He decidido utilizar mi pensamiento para decidir que quiero, he decidido que estrategias utilizar, que modelos implementar y cuanto tiempo me va a llevar, he decidido cambiar mis comportamientos, no mi identidad, he decidido ser flexible en algunas cosas y no en otras y he decidido mantener el rumbo hacia mi destino a pesar de las tormentas y de los cantos de sirenas.
Y es por eso y solo por eso que estoy agradecido, por tener el poder del libre albedrío como todas las personas ni más ni menos. Si consigo mis objetivos estaré agradecido a mi esfuerzo y a todos los que me acompañan en esta aventura y si no lo consigo utilizaré mi libre albedrío para cambiar.
Por eso estoy agradecido y estoy agradecido porque TU estas leyendo este artículo.
Y tú, ¿por qué sientes agradecimiento?

 

EL PASTOR O EL REBAÑO

El pastor o el rebaño

«Los hombres mediocres, que no saben que hacer con su vida, suelen desear el tener otra vida más infinitamente larga» Anatole France, escritor francés

 

Mi abuela me decía que nunca destacara en nada, que procurara pasar desapercibido, que nunca fuera ni el primero ni el último, que siempre me mantuviera en el medio, por si acaso. Indudablemente ella recordaba la guerra civil española y sus consecuencias quedaron grabadas en su memoria, y a través de ella quedo grabado en mí el miedo a destacar.

Durante muchos años me mantuve oculto. En la escuela sabiendo las respuestas que el profesor lanzaba a los alumnos, yo no levantaba el brazo para que nadie se fijara en mi por si acaso… En el equipo de futbol jugaba de portero para no celebrar los goles, por si acaso…. Nunca entraba el primero en una clase, por si acaso…. Tampoco entraba el último, por si acaso….

Así que fueron pasando los años siendo un niño obediente y nunca destacando, por si acaso…

Un día, empezando a cuestionarme mis propios pensamientos, me dí cuenta que no estaba satisfecho con mi propia vida, con la forma que vivía, con lo difícil que era para mi conseguir mis objetivos y poder, ya no vivir holgadamente, sino sobrevivir.

Ese día tuve una revelación, oía la voz de mi abuela diciéndome: “No sobresalgas, ni el primero ni el último. Siempre en medio, siempre en medio, en medio…en medio…”

Y entonces descubrir que en medio están “los mediocres” aquellos que se conforman con que les manden, con que les dirijan, que no tienen ningún anhelo y ninguna esperanza nada más que seguir esperando que algo ocurra y que les cambie la vida.

Descubrí que asta ese momento me había pasado mi vida soñando, me había convertido en un soñador con los ojos abiertos. Soñaba que algún día vendría “alguien” y descubriría mis verdaderas cualidades y aptitudes y me contrataría y me haría famoso, rico y feliz.

Y nunca ocurría, cada vez que se me presentaba la oportunidad yo no hacía nada, solo esperaba y esperaba soñando.

De esta manera aprendí que era un mediocre y que si no hacia algo seguiría siendo un mediocre el resto de mi vida y ¿quién quiere vivir con un mediocre que no opta ni siquiera al premio de consolación?

¿Tu lo harías?